La central obrera ratificó el paro general convocado para el 24 de enero y la medida de fuerza comenzará a las 12. Del encuentro participaron 250 dirigentes, entre ellos la cúpula de la comisión directiva.

En el encuentro clave, cada regional de la CGT expresó "preocupación y rechazo a aquellos aspectos de la llamada Ley Ómnibus que van contra la soberanía del país, los derechos laborales, el derecho de libre expresión y protesta, el modelo sindical argentino y las prestaciones de salud y previsionales". Además, remarcaron su repudio a "la criminalización de la protesta social como método represivo de un plan de ajuste económico del actual gobierno".

En el plenario acordaron que se llevarán a cabo expresiones de protestas en cada regional, en línea con la fecha propuesta por la CGT para la movilización del próximo 24 de enero. También mantendrán reuniones con los legisladores representantes de cada provincia, con el fin de que "acompañen con el voto lo que se mantiene con el discurso".

Por último, enviaron un mensaje a toda la dirigencia nacional: "El diálogo y el consenso es una herramienta de la política pero cualquiera de esas instancias no puede hacerse a espaldas del pueblo trabajador. Y con más razón aquellos representantes que provienen del campo nacional y popular".