Con 34 años de antigüedad en el poder judicial, de escribiente a camarista en lo criminal, Gloria Zalazar sostiene que fue convocada para conducir el Ministerio de Seguridad y Justicia por un trabajo previo en la puesta en marcha del juicio por jurados. Una mirada diferente sobre el delito definió, entre otras decisiones, el plan de seguridad que hace una semana presentó el gobernador Jorge Capitanich. En una entrevista, la expresidenta de la Asociación de Magistrados describe la concepción detrás de las políticas de su área.

¿Qué propone de distinto este plan?

Gloria Zalazar: -Como mujer vinculada al derecho y a la justicia penal, desde un primer momento el abordaje fue con un cambio de paradigma. Entendiendo que la seguridad no es un problema simple. Muchas veces se dice que un problema de desorden se soluciona restableciendo el orden. Entendemos que la mirada es multidisciplinaria y multicausal. La seguridad no solo tiene que ver con la criminalidad o el delito, tampoco con ciertos sectores sociales.

Existe una mirada sobre el delito como un negocio, una cadena de valor. En un robo de ganado no es Juan que robó una vaca, sino una cadena que incluye el faenamiento clandestino, la comercialización por fuera de la ley y de personas que se benefician a partir de ese ilícito.

El Ministerio tiene además la mirada de la justicia, entendiendo como otra cara de la misma moneda. Esa mirada está plasmada en un plan que es la operatividad para llevarlo a un territorio.

El primer punto es la aplicación integral de la ley de seguridad ciudadana, una de las herramientas más importantes que tenemos. Es incluir la mirada de la participación del ciudadano en la elaboración, aplicación y control de las políticas de seguridad.

¿Se toman experiencias anteriores de foros?, ¿cuánto se recicla?

-A partir de la ley seguridad ciudadana tenemos una conformación de foros de ciudadanos, en una vinculación con su barrio y con su comisaría. Esa experiencia ha sido muy positiva y la tomamos. Estamos trabajando con los foros tanto del Gran Resistencia como de la provincia; y con los consejos de seguridad municipal, que en las localidades más chicas es la herramienta específica. Se revaloriza desde la mirada de un fenómeno multicausal y con apoyatura en herramientas que puede ofrecer la justicia.

Ahora estamos trabajando con los municipios en programas de mediación comunitaria porque los consejos de seguridad permiten generar su aplicación. Si dos vecinos tienen un conflicto pueden ir a una persona que no tiene un esquema formal de la justicia, puede ser otro vecino capacitado y formado en mediar, negociar, y en bajar la conflictividad de una situación puntual. De esa manera se busca disminuir la conflictividad general de un barrio, de una localidad, de la sociedad. En la medida que bajemos la conflictividad vamos generando condiciones para acotar el problema de la seguridad a las cuestiones puntuales que son de la comisión de delitos.

Sería resolver la violencia generalizada en el espacio público

-Exactamente. Entonces la policía y la justicia se abocan al problema puntual de la seguridad propiamente dicha. No es casual el nombre del Ministerio.

La seguridad no es un problema del gobierno provincial o nacional, es un problema de la sociedad. Una cosa es que un gobierno impulse políticas, que obviamente para eso estamos, y otra cosa que el problema sea solamente del Estado. Tenemos que ir generando las herramientas para bajar la conflictividad, educar.

Por ejemplo en el problema del tránsito; tenemos todas las herramientas, pero el 50% de los motociclistas no usa casco.

Estamos trabajando un programa que se llama ‘Seguridad vial en tu barrio’ (Subsecretaría del área) con una escuela que va a los barrios, a los centros comunitarios para capacitar en normas de tránsito y en la seguridad del uso de motovehículo. Sobre todo para la franja de jóvenes que es la que más usa moto y la que más perjudicada se ve en materia de lesiones y de la vida.

La modalidad del delito se ha complejizado, va un paso adelante de quienes lo persiguen, ¿cómo se gestiona?

-Como decía, el delito no puede seguir siendo mirado como un fenómeno individual o como un hecho aislado, sino como uno donde existen cadenas de valor del delito y donde existe una especie de cadena de producción.

Por ejemplo la venta de objetos robados

-Exacto. Si hay alguien que roba, hay alguien que desarma, que vende y hay alguien que compra. Si no lo vemos de esa forma no lo podemos trabajar correctamente. También para eso el plan que presentamos tiene cuatro ejes principales: la capacitación y profesionalización de las fuerzas; la tecnología, que es fundamental porque es lo que maneja el dato, para tener mapas del delito para dar respuesta a cada tipo de delito; la infraestructura y logística (armas, chalecos, motos, vehículos, etcétera) y la participación ciudadana, tanto en la elaboración como en el control. Esos cuatro ejes dan herramientas para un abordaje interdisciplinario de un delito que es complejo.

Ya no es Juan que le roba a Pedro, es la compra y venta de celulares, hay una cadena. Tenemos una Subsecretaría de inteligencia criminal e investigación en la que va a funcionar un observatorio que recibirá datos, hace una observación sobre el delito que se comete y en qué zona. A partir de esa información se generan mapas con inteligencia artificial.

Un mapa nos dice con qué recurso humano, tecnológico y de logística se abordan determinadas cuestiones en determinadas zonas de la ciudad.

Otra pata importante son los fiscales de investigación, teniendo muy claro que la policía es una herramienta auxiliar del Ministerio Público.

Es la que facilita los elementos

-Sí y el que genera el dato. Ahora la intervención del Ministerio Público Fiscal hace a cómo se resuelve ese proceso. En el Ministerio de Justicia y Seguridad hay una vinculación con él.