Así, la propuesta permitirá sustituir importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) y el consumo de combustibles líquidos, y generará certidumbre de largo plazo en los sectores de producción y distribución.
Contribuirá también con el equilibrio de la balanza energética superavitaria a los objetivos fiscales del Gobierno, aseguraron las fuentes.
De acuerdo a la proyección oficial, la puesta en marcha del nuevo esquema revertirá la declinación de la producción, con sustitución de más de 18.000 millones de m3 de gas y trabajo importado.
Al mismo tiempo, se prevé que el nuevo esquema permitirá armonizar la situación entre el precio necesario que fomenta inversiones con la tarifa que puede afrontar el usuario residencial.
De acuerdo a la presentación oficial del plan, programa incentivará la inversión y la producción de gas, para satisfacer la demanda interna y el gobierno confía que el incentivo a las empresas petroleras permitirá generar miles de puestos de trabajo directo para operar nuevos equipos de perforación y sets de fractura.
De esa manera se potenciará la generación de empleo y el desarrollo en las regiones productoras, tanto de sus Pymes y empresas regionales como del resto de la industria y la tecnología nacional.
Con el nuevo esquema el costo fiscal total será de US$ 5.062 millones para el período 2021/2024, lo que generará un ahorro fiscal total de US$ 2.574 millones.