El Gobierno provincial decidió ponerle paños fríos a la polémica con Chaco, tras las declaraciones del vicedirector del Hospital Perrando, que trató de “criminales” a la gestión local. “Nosotros nos preocupamos de lo nuestro”, dijo el gobernador Gustavo Valdés.
“Debería ocuparse de la situación del Chaco, donde tienen mucho trabajo. Pero no quiero comentar. Nosotros nos ocupamos de lo nuestro. Extremamos los controles en los puentes fronterizos, y hacemos lo que tenemos que hacer”, dijo el mandatario. “Estamos protegiendo a los correntinos. Cada uno debe ocuparse de lo suyo”, agregó.

“No son momentos fáciles, debemos tener comprensión y no pelearnos por politiquetería. Debemos tender la mano a la gente de otras provincias y seguir juntos para salir de esto”, agregó.

En tanto, el ministro secretario general de la Gobernación, Carlos Vignolo, sostuvo: “En términos de relación provincia-provincia no tenemos ningún inconveniente, hay sí determinadas diferencias sobre cómo implementar determinadas políticas vinculadas a lo sanitario”.
“Ya se ha observado a lo largo de todo este tiempo. Tenemos la total predisposición de trabajar en conjunto, lo hemos dicho hasta por escrito, pidiendo reuniones conjuntas de los Comités de Crisis para acordar situaciones, pero, evidentemente, no nos podemos poner de acuerdo en el modo de trabajar”, agregó en declaraciones radiales.

“A nosotros nos parece que hay algunas medidas que se pueden tomar para disminuir la circulación entre Resistencia y Corrientes, sobre todo vinculado al personal de salud, medidas que nosotros mismos hemos tomado con Corrientes, por ejemplo, licenciar a quienes tienen domicilio en el Chaco u ofrecerle un alojamiento en la misma ciudad para que puedan estar de lunes a viernes y los fines de semana visitar a sus familias. En fin, son alternativas que son totalmente operativas. Ojalá lo podamos hacer”, señaló.

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