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El infectólogo francés Didier Raoult dice que la pandemia de coronavirus está “en tren de finalizar”
Internacionales - Salud
14/05/2020 19:22:00
El famoso y controvertido experto dice, además, que “si hay una rebrote, no será virulento”.

La epidemia del coronavirus “está en tren de finalizar” y “si hay una segunda ola, no será con la virulencia de la primera”. Es el pronóstico del tan famoso como controvertido epidemiólogo y profesor francés Didier Raoult, que auspicia la cloroquina para prevenir el avance del virus a los pulmones, desde su instituto científico en Marsella.

Cuando Francia está en pleno proceso de desconfinamiento y se teme una segunda ola de contagio ante los excesos de los franceses en sus salidas y el no respeto a la distancia social, el doctor Raoult minimiza está posibilidad también.

En su semanal publicación en You Tube el miércoles , el profesor y director del Instituto Mediterranée Infection afirmó que “la epidemia está en tren de resolverse y no se ve en ninguna parte una segunda ola. No habrá sino casos esporádicos, que aparecerán aquí o allá. Eventualmente si alguien está super contagioso, habrá algunos casos alrededor de él pero eso no se traducirá en una dinámica epidémica”, dijo el profesor Raoult, cuya fama es tan enorme como las polémicas que genera entre sus pares.

“En Marsella estamos viendo que está en tren de desaparecer, con un solo caso ayer detectado, a pesar de que hemos testeado 2000 casos. La hidroxicloroquina disminuye la portación viral. En España e Italia está la misma tendencia.Hay que esperar lamentablemente varios muertos que hoy están en terapia intensiva. Estamos viendo que en todos lados que este episodio está en tren de resolverse. Esta epidemia está en vías de desaparecer”, declaró.

El profesor considera que hay lecciones en la crisis, que ha generado tanto miedo. ”Lo que vemos es que en una epidemia como esta hay cosas que no hay que olvidar. En particular es un virus que no conocemos y la mayor parte de las especulaciones que hicimos de esta epidemia han sido falsas. Es una enfermedad respiratoria diferente de las otras, que ataca las pulmones profundamente y no en la superficie: los signos respiratorios son tardíos” describió.

Raoult se refirió a un elemento fundamental y paralelo al coronavirus: el terror que produce y que se ha extendido a la población. “Tampoco este miedo por la epidemia, que lo ha invadido todo, finalice por reemplazar lo que es la medicina habitual. Hay que sanar a la gente, no dejarlos en la casa. Si uno sana a la gente, aún si no tiene los medicamentos precisos que permite matar el virus,el enfermo irá mejor al final y habrá menos muertos. La tasa de mortalidad en nuestro instituto fue del 0,8 por ciento”, dijo.

Roualt defendió su tratamiento con la hidroxicloroquina. “Si nuestro tratamiento pensamos que marcha mejor, disminuimos la tasa de mortalidad, particularmente entre la población vulnerable. Pero el hecho de ocuparse de la gente, de darle oxigeno, anticoagulantes ante esta enfermedad que afecta la coagulación, de observarlos, es importante. En una epidemia, nosotros no podemos decir que no sanamos a la gente” recomendó.

Según el profesor de Marsella, “para la estrategia terapéutica también hubo confusión porque hay un proyecto de evaluación científica. Puede ser la razón la que no sanamos a la gente porque no había resultados”, sugirió. Una velada crítica a la elite científica parisina que lo combate con fuerza, aunque en 19 hospitales se utilizó su protocolo.

Luego defendió su decisión de usar hidroxicloroquina, cuando dijo que amplios trabajos que vienen de China, demuestran que su tratamiento “permite disminuir la carga viral, reducir el ingreso a reanimación y salvar vidas”.

“El único medicamento que hay con evidencias publicadas en los revistas científicas con estudios es la hidroxicloroquina. Yo nunca dudé de su eficacia”, afirmó.

Cuando Francia se encuentra en su tercer día de confinamiento, Raoult dijo que “esta crisis ha demostrado que la organización de cuidados en este país ha sido incapaz de hacer una estrategia para desarrollar tests sistemáticos en este pais. Es banal y hay muchos voluntarios para hacerlo.Hay una profunda tendencia a monopolizar la capacidad de diagnosticar a la gente que es profundamente anti médica” dijo.

“Debemos reflexionar en el futuro sobre esto porque no podemos decir que no sanamos a la gente, no podemos impedir curarlos.La verdadera lección es que para las nuevas enfermedades hay que estar listo, hay que ser rápido,organizado y con el espiritu abierto porque esta enfermedad nos ha ensenado muchísimas cosas sobre la tensión respiratoria,la coagulación” afirmó.

El y su instituto ya están trabajando en las secuelas del virus en los pacientes.Le preocupa las que pueden tener la gente que no ha sido diagnosticada, no ha ido al hospital y ha tenido el virus en su casa.

“Ahora debemos analizar secuelas, particularmente la fibrosis, que no es sin importancia.Nuestro plan ahora es detectar lo antes posible la gente que ha hecho fibrosis y acceder a la gente que no ha sido diagnosticada y ha sufrido esta enfermedad” advirtió el profesor Didier Raoult.

El no cree que una ola de contagio esté en marcha, a pesar que los franceses no respetan la distancia social en su desconfinamiento, Una opinión que comparte Karine Lacombe, jefa del servicio infeccioso del hospital Saint Antoine en Paris.

“Si hay una segunda ola , no será como la primera que hemos visto, con esquemas clásicos.Será de pequeños casos, de pequeños “clusters”, que pequeños grupos que vamos a poder confinar.Pienso que eso pasará así y paso a paso , cada vez tendremos menos caso” aclaró la infectóloga.

Otros infectólogos, como Gilles Pialoux, no consideran imposible una segunda ola pero que puede ser posible “por simples razones mecánicas”.

Para el cardiólogo Alain Ducardonet hay que considerar dos criterios.”¿Es que va a terminar, como dice el profesor Didier Raoult, o es que va a volver?. Lo importante es saber si vamos a poder controlarla.Es completamente diferente de la primera ola porque tenemos un mayor conocimiento del virus y de la capacidad de testear.Hay que ver los otros países afectados, donde hay un pequeño contagio pero no una explosión”.

Pero el la espera en el otoño europeo, paralela a la epidemia de gripe. Los científicos en Francia no quieren dar una última palabra: todos esperan las semanas que vienen y la reacción del virus.

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