Hasta principio de este mes, se acumularon 192 toneladas, que equivalen al 25% de la producción apícola de la provincia: un 37% del total de las exportaciones argentinas de este producto.

El proceso de certificación para la Unión Europea (UE) tiene un período de transición de dos años, mediante el cual los productores deben cumplir con exigentes normativas.

El proceso de certificación es un sistema de trazabilidad que permite al consumidor conocer las características del ambiente en el cual se encuentran las colmenas, las prácticas del productor y cualquier otro procesamiento que se haya realizado al alimento.

En la cartera provincial resaltaron que las mieles orgánicas del Chaco “son un producto 100% natural proveniente de apiarios, donde las condiciones ambientales permiten producir esta variante del alimento en su forma orgánica de calidad premium”.

El dictamen de productor orgánico es emitido por la certificadora con la fiscalización de Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria nacional (Senasa).

La mayor cantidad de producción de miel (alrededor del 70%) proviene de El Impenetrable Chaqueño, en El Sauzalito, que reúne características muy valoradas para la industria, como su gran variedad de vegetación y condiciones ambientales óptimas.