Había sido retenido por autoridades de la Prefectura Naval Argentina y de la Dirección de Aduanas, y estuvo desde el 22 de setiembre en un amarradero de la zona de Confluencia.

El barco carguero al momento de ser abordado por las autoridades competentes sólo contaba con un documento de carga que decía que transportada “desperdicio”. Pero no contaba con la autorización correspondiente de Argentina para ingresar y circular con la carga.

Así, tras un conflicto en el que los representantes de la firma transportista fueron presentando progresivamente distintas documentaciones, luego de casi un mes, a finales de octubre el buque finalmente fue rechazado y se dispuso su regreso al Paraguay para que sea revisada allí la carga por una comisión mixta argentina-paraguaya.

Ahora, según confiaron fuentes oficiales a Momarandu.com, se corroboró que el buque transportaba restos de transformadores, los cuales tendrían además restos de PCB (bifenilo ploriclorado) el conocido producto químico que se usa como refrigerante en transformadores.

Por el caso existe una causa judicial abierta en la Justicia Federal de Corrientes. El destino de la carga era el puerto de Montevideo, pero el destino final sería China.

EN TRANSPORTE POR LA HIDROVIA

La circulación de embarcaciones por el río Paraná se rige por un acuerdo internacional y una ley nacional que acepta los términos e incluye al acuerdo “Hidrovía Paraná-Paraguay”.

Para circular por la Hidrovía y transportar “material riesgoso” se debe gestionar, previamente, permisos de circulación emitidos por la autoridad competente de Argentina.

El buque “Isabelle I” no sólo no contaba con permisos de Argentina, sino que tampoco habría tenido en forma las documentaciones correspondientes que debe emitir la autoridad de Paraguay.

El conflicto por el buque “Isabelle I” incluso llegó a la prensa de Paraguay, pues el diario ABC Color publicó una denuncia de abogados de la empresa paraguaya por dos embarcaciones retenidas en Argentina, entre ellas “Isabelle I”, que pasaron las inspecciones de rutina y sin embargo estaban varadas.

Argumentaron que las autoridades les exigieron los documentos de las mercaderías, lo que no les compete, ya que los buques no tenían ni destino ni escala en puertos argentinos, sino que se dirigían a Uruguay.

Los abogados de la empresa propietaria de los navíos proporcionaron los documentos pertinentes y exigieron la pronta liberación. Afirmaron que se está frente a una violación de la libertad de navegación, que prescribe el artículo 4 del Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná, y la Libertad de tránsito, que dispone el artículo 9 del mismo instrumento jurídico regional.

En los últimos años fueron varios los casos en los cuales se detuvo embarcaciones que transportaban contenedores con desechos.

El común denominador de los casos es que se pide la documentación y sólo cuentan con la documentación de Paraguay, pero no de Argentina.