Si bien este Ministerio ha reconocido en todo momento la legitimidad y el derecho que los asiste a reclamar, ello no da lugar para manifestaciones descalificadoras y faltas de respeto como se ha visto en estos días. Por esto, insta a recuperar la cordura y mantener el diálogo como vía para expresar las demandas que estimen, en el marco del respeto y, en especial, en salvaguarda de la imagen que deberían resguardar los docentes frente a la sociedad.
Por último, coincidiendo con el pensamiento de Paulo Freire, se rescata la idea de que la práctica docente como una actividad integradora, incluye a la ética como principal condición o ingrediente para el ejercicio de la profesión.