Los precios del pollo, con un incremento del 50% y de la carne picada, con el 40%, también superan el promedio, con alzas muy superiores para los huevos de gallina (76%).
Por arriba de la inflación también se ubicó la yerba, cuyo precio se incrementó casi 48% en el año. El aceite, con un alza de 66%, fue otro de los productos qué más subieron.
De estos aumentos de precios se desprende que la inflación de la población de menores recursos es muy superior y explica el crecimiento tanto de la indigencia como de la pobreza. También explica la fuerte caída del salario real y de las jubilaciones que volverá a aumentar en la medición del actual semestre.
Además, en septiembre la inflación núcleo tuvo un incremento del 7,6%, superior al promedio del 6,5%, marcando que los bienes y servicios no regulados ni estacionales están reflejando con mayor intensidad la subida del dólar y la disparada de los precios de los servicios públicos y combustibles.
Las subas de septiembre
El mes pasado, con una inflación de 6,5%, los alimentos subieron un 7%. Los que más aumentaron, con alzas de dos dígitos, fueron los fideos secos (20,1%), hamburguesas congeladas ( 20,4%), aceite (17,6%) pan francés (16,7%), arroz (16,3%), pollo entero (15,8%), batata (31,6%), banana (24,9%), harina de trigo (11,7%), polvo para flan (17%) y gaseosas (10,9%).
Dos alimentos claves mostraron también un fuerte impacto: la leche entera en sachet tuvo un alza del 8,4% y la carne, entre 7,7 y 9%, según los cortes. Bajaron los precios del tomate (23,5%) y lechuga (20%).