Se equivocó Román. No tengas dudas. Por lo menos este viernes River fue el Barcelona y emuló la mejor versión del equipo catalán, aquella recordada de Pep Guardiola. Arrancó 0-1 ante Lanús pero lo empató y en el segundo tiempo le pegó un baile a puro toqueteo que hace rato no se veía en el fútbol argentino. Fue 5-1 y jugando con ¡un equipo muletto!

El Grana, necesitado de puntos, salió a presionar desde el arranque y manejó la bocha los primeros 15 minutos. Ahí llegó al gol, en una jugada polémica, pero fue 1-0 al fin y al cabo. River, con nombres atípicos en su formación titular como Lollo, Mayada, Moreira y De la Cruz, entre otros, salió de la cueva y de a poco se lo fue comiendo a Lanús, hasta que encontró el empate en los pies de Scocco.

Hasta ahí, un partido luchado que estaba para cualquiera, pero el segundo tiempo fue absolutamente una clase de fútbol de parte de los de Gallardo. Santiago Sosa, que había entrado por la lesión de Enzo Pérez, metió un tiro en el palo que en el rebote pegó en Ibáñez y se metió, y desde ahí se abrió el juego. Los de Zubeldía fueron a buscar el empate y River empezó un show a puro toque que derivó en goleada. Directamente hizo lo que quiso ante un Lanús que se dedicó a mirar cómo le pasaban la pelota de un lado a otro. Lollo, De la Cruz y Palacios completaron el 5-1.

“River el otro día salió a defender. No fue una maravilla. No fue el Barcelona de Guardiola. Puso a Pratto a marcar al 3.Si vamos a hablar de resultados, es una cosa. Si vamos a hablar de juego, es otra cosa”, había dicho Riquelme horas antes en Fox, haciendo mención al Súper. Esta vez, el Millonario no tuvo nada que envidiarle al Barsa y no sólo ganó, sino que gustó y goleó. Demostró fútbol además de resultado y ahora llega más que afilado a la revancha del martes por Copa Libertadores ante Independiente.