La Justicia avanza en la investigación tras el trágico recital del Indio Solari en Olavarría que dejó dos muertos y decenas de heridos. La fiscal Susana Alonso imputó a los hermanos Matías y Marcos Peuscovich, dueños de la productora En Vivo S.A., organizadora del evento, aunque todavía no tiene asignado ningún delito para reunir pruebas y llamarlos a indagatoria.

"Se están reuniendo los elementos necesarios para evaluar qué delito se les imputa, técnicamente se les informó que están dentro de lo que dictamina el artículo 60 del Código Penal, mediante el cual dejan ya de estar en calidad de testigos", afirmó a la agencia Télam el fiscal general de Azul, Angel Sobrino.

Los investigadores analizan el contrato que firmó En Vivo S.A. con la municipalidad de Olavarría para poder establecer el grado de responsabilidad de cada uno de los intervinientes en el proceso previo al espectáculo. Es probable que el Indio en algún momento del proceso sea llamado otra vez a prestar declaración.

Este lunes trascendió parte de la declaración del Indio Solari ante la Justicia, que se mostró muy compungido y lloró. Si bien dijo que la organización de su show siempre estuvo en manos de En Vivo. S.A., elogió la manera en la que siempre armaron sus espectáculos. También dejó una definición importante: sostuvo que "es habitual" que se abran las puertas de los estadios para que puedan entrar las personas que no pudieron pagar las entradas.

"Confió todo en ellos. Es habitual que en determinado momento del show se abran las puertas del recital para que ingrese el público que no ha adquirido entradas. Lo que pasó ayer fue inédito. Nunca tuvimos un problema. Los trabajos previos que hace la productora que trabaja conmigo son impecables. Hace muchos años que estoy con ellos", declaró Solari, a las 16.50 del domingo en el hotel Santa Rosa de Olavarrría, donde estaba hospedado.

Con respecto a las personas que están desaparecidas, el gobierno insistió en pedir que los familiares radiquen la denuncia formal. Para la búsqueda activó un rastrillaje en la zona de Olavarría y alrrededores con unos 500 efectivos de la Policía Bonaerense, reforzados con agentes de Gendarmería y Policía Federal. En los operativos, hasta el momento, encontraron celulares, tarjetas de crédito y otros documentos que quedaron tirados en la zona.