Atlético Tucumán armó un primer tiempo perfecto ante Junior de Barranquilla en el partido de vuelta de la Fase 3 de la Copa Libertadores para (casi) liquidar la serie en esos 45 minutos. El 3-0 fue demasiado para los colombianos que sintieron la caldera de los hinchas que colmaron el estadio José Fierro. Pero un gol de la visita en el complemento los dejaba a tan sólo un tanto de la clasificación, y puso suspenso y angustia inmerecidas en el final del partido. Fue 3-1 para Atlético y clasificación al grupo 5 (con Palmeiras, Peñarol y Wilstermann).

Los primeros 15 minutos se hicieron lentos y disputados, con pocas llegadas y mucha pelea en el medio de la cancha. Pero pasados esos minutos llegó el vendaval tucumano que barrió de la cancha a los jugadores visitantes en nueve minutos. Cumplida el cuarto de hora, Sanpedri cayó en el área tras disputar la pelota con un rival, pidió penal todo el estadio pero no fue absolutamente nada. Bien por el peruano Víctor Carrillo, que no se dejó influenciar por el ambiente.

El Decano era mejor, pero no plasmaba en peligrosidad el despliegle y la tenencia de pelota, hasta que Rodrigo Aliendro marcó y cambió la serie. A los 19, aprovechó un rebote tras un disparo que él mismo había ensayado y volvió a pegarle para vencer al arquero desde una distancia cercana.

Como se dijo, después fue un monólogo de los dirigidos por Pablo Lavallén, que pudieron ser contundentes para estirar una ventaja que los dejaba tranquilos para la segunda etapa. El segundo llegó a los 23'. Cristian Menéndez cabeceó, la pelota dio en el palo y en el rebote llegó el mismo delantero para empujarla frente al arquero.

A menos de 10 minutos del primero, los tucumanos liquidaron a Junior con un tercer golpe a los 28 minutos. Fernando Evangelista centró desde la izquierda, casi conectó en el primer palo Menéndez, pero el que la terminó empujando fue Zampedri, que apareció en el segundo palo descuidado por la defensa visitante.