De esta forma se entregó un ejemplar de árbol a cada uno de los niños y niñas que han nacido recientemente. Este árbol que será plantado en el lugar designado por la familia del recién nacido, contribuirá a fortalecer el programa de arbolado urbano de la capital chaqueña.

El programa “El árbol de la vida” instrumentado por el municipio de Resistencia consiste en notificar a los nacimientos que se registren en sanatorios o hospitales públicos de la ciudad Resistencia, para que en forma voluntaria los padres puedan recurrir a la Secretaria de Ambiente (autoridad de aplicación del programa) con el objeto de solicitar y obtener un árbol, plantarlo y firmar un protocolo de cuidado del árbol. Cada árbol llevará el nombre del niño recién nacido, y todos los años se le sacará una foto para ver su evolución aplicando un protocolo de intervención para su preservación.

Se precisó que entre los programas claves del municipio se encuentra la meta de llegar a los 40.000 árboles plantados en la ciudad. Uno de los ejes claves de esta gestión municipal lo conforman las acciones para concienciar e involucrar al ciudadano en las acciones de recuperación de un ambiente saludable, equilibrado y limpio por medio de la implantación de árboles en calles, paseos, plazas y parques.

Conciencia ambiental para una ciudad sustentable

A través del programa “El árbol de la vida” se busca hacer partícipes a las familias y principalmente los niños, como factor de cambio y generador de costumbres ambientales. También se apunta a formar conciencia desde la infancia de la importancia de plantar árboles y preservarlos para así contribuir a una mejor calidad de vida para los resistencianos. “Esta iniciativa permite que las familias cuiden cada uno de estos árboles y lo vean crecer junto a sus niños”, dijo Casas.

Hasta el momento se han entregado a través del programa “El Árbol de la Vida” unos 2.500 ejemplares de diferentes especies arbóreas.

El Árbol de la Vida estipula también la creación de un registro con cada niño y familia que accede al programa. En este contexto se remite al niño en cuyo honor se planta un árbol y al benefactor una “carta de agradecimiento” rubricada por el intendente por el compromiso asumido con la ciudad en el cuidado del medio ambiente. En este registro también está consignado el lugar de implantación del árbol y la especie elegida.