Familiares, amigos, personalidades de la música y la cultura, y conocidos, se acercan para despedirlo. Uno de sus amigos, Monzón, destacó: “estamos tan sorprendidos como tristes. Nos dejó una enseñanza completa y perfecta. Desde lo humano y lo profesional”.
“Tuvimos la enorme dicha de compartir momentos íntimos, de buena amistad. Lo que lo quisimos bien, lo recordaremos como el buen amigo que fue”, destacó.
Para finalizar, Monzón, en declaraciones radiales, expresó: “El chamamé tiene una raíz muy profunda que no debe desvirtuarse. Hay que tratar de encontrar lo que Nini supo encontrar: embellecer el chamamé, aportando nuevos sonidos, pero sin desvirtuarlo”.